domingo, 12 de diciembre de 2010

Salidas clausuradas

Aférrate a mi como a la vida,
como el árbol a la tierra,
con tenazas, con fuerza.

Aférrate a mi falda sin cautela
como la sal al mar,
cuando te finja indiferencia

Recuestate en mi pecho
en el zumbido tardío de la espera
si dejo tus brazos, amárrate a mis piernas.

Cuando quiera huir
rómpete en pedazos,
ciérrame la puerta.

Líbrame de mí,
de mi inseguridad, mi armadura,
y el tabú de la entrega...

conquista mis miedos
sin que me de apenas cuenta
destroza el recuerdo, anula mi consciencia.

Después, quizás después
no necesites estar cerca...
entonces te buscaré en el aullido de mi pena...